domingo, 5 de agosto de 2012

Cosas que NO debes decirle a tu jefe


1 – “Si yo fuera usted…”
Dar lecciones al jefe no es una gran idea. Es muy fácil dar consejos cuando la carga de la responsabilidad no la llevas tú. Por eso es siempre mejor evitar este tipo de frases y dar las sugerencias de una manera algo más sutil.

2-. “Estoy aburrido”
“Si estás aburrido -te diría tu jefe-, búscate otra cosa”. Y razón no le falta. Si no estás pasando una buena época en el trabajo o estás falto de él, será mejor que no lo hagas tan evidente, pues en el caso de haber movimientos en tu empresa ya sabes qué silla puede ser la siguiente en quedar vacía.

3 – “No me gusta mi trabajo”
Por mucha confianza que tengas con tu jefe será mejor que te muerdas la lengua y te desahogues con otro compañero. Siempre es un comentario que no es de buen gusto, ya que, incluso aunque él se queje, siempre le gustará que sus empleados, aquellos que trabajan para él, estén motivados y contentos con su trabajo.

4 – “No sé cómo hacerlo”
A nadie le gustan las personas negativas, especialmente en el lugar de trabajo. Los que se quejan todo el tiempo no suelen durar mucho tiempo en sus puestos. Si te encuentras ante una tarea particularmente difícil, simplemente pide ayuda, pero no admitas la derrota precipitadamente.

5 – “Esto no forma parte de mi trabajo”
Con la tormenta económica que está cayendo, la mayoría de los trabajadores está haciendo el trabajo de dos. Si no estás dispuesto a aceptar responsabilidades nuevas o puntuales en la oficina te estás cerrando muchas puertas. Y abriendo otra: la de salida. Mostrar una actitud favorable es la mejor manera de capear el chaparrón y esperar a que mejore la situación para demandar que nuestro esfuerzo sea recompensado.

6 – “Necesito un aumento”
Entre necesitar un aumento y merecérselo hay una gran diferencia. Antes de plantear esto a tu jefe, preséntale un informe detallándole los motivos por los que debería subirte el sueldo, pero no intentes ir dando pena porque no llegas a fin de mes.

7 – “He visto a un compañero jugando por internet”
Dejar en evidencia a tus compañeros de trabajo es lo que se llama también ser un chillón. Si tu jefe tiene dos dedos de frente no le gustará ni un pelo que un trabajador se dedique a estar más pendiente de lo que hacen sus compañeros que de su trabajo. Nunca critiques a nadie en el trabajo, ni siquiera en una conversación confidencial con tu jefe. No te hace quedar bien hablar mal de otros, aunque tengas razón.

8 – “Mentí en mi currículum”
Si eres de los que se toma unas copas con el jefe los jueves por la tarde, y tienes tendencia a sincerarte, por favor, cuenta hasta diez antes de dejarte en evidencia. Y es que, ¿qué confianza puede quedarle a tu jefe después de tal confesión? El hecho de que mucha gente lo haga no significa que se lo llegues a decir.

9 – “¿Quieres ser mi amigo en Facebook?”
Ya ha quedado más que demostrado que tener lazos en redes sociales con tu jefe o compañeros de trabajo no trae muy buenos resultados. De hecho, no es la primera vez que un comentario en Facebook acaba con un trabajador en la cola del paro. Así que evita este riesgo y, si es él el que te añade a ti, será mejor que te crees una cuenta personal y otra profesional.

10 – “Me he quedado dormido”
La estrella de las excusas es la peor opción cuando se trata de justificar un retraso, incluso cuando es cierta. Ser impuntual es un hábito muy negativo que afecta a tu imagen en el trabajo. Sin embargo, aun cuando seas responsable y habitualmente llegues en hora a trabajar, alguna vez puede sucederte que el sueño o el despertador te jueguen una mala pasada. Si se trata de un episodio aislado, es preferible atribuírselo a algo externo, como un atasco o un problema con el coche.

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