domingo, 14 de abril de 2013

Napoleon Bonaparte

Que actualmente la esfinge de Egipto esté sin nariz, es culpa de Napoleón, ya que cuando invadió este país, con la fuerza que utilizó, mutiló a la famosa estatua.

Napoleón le tenía terror a los gatos.

Cuando Napoleón fue exiliado a Elba, se le concedió la soberanía de la isla.

Durante su estancia en Santa Elena, se dedicó a cultivar un jardín de flores, que era su orgullo. Pero cuando algún animal de sus vecinos entraba en él y hacía destrozos, los mataba sin  pensarlo.

Siempre se ha pensado que Napoleón era muy bajito, pero lo cierto es que dicen los historiadores que no lo era para la época.

Fue tan escandalosa la noche de bodas que tuvo Napoleón con su querida Josefina, que el perro de ésta, pensando que le hacía daño, atacó a Napoleón y le mordió.

Durante su etapa más política, Napoleón instauró una serie de leyes, como el famoso Código Civil napoleónico que fue copiado por multitud de países vecinos. Además de idear el sistema de departamentos franceses que hoy día sigue vigente.

El ejército de Napoleón pasaba mucha hambre en el frente, por lo que éste decidió pedir a sus inventores que idearan algo para paliar esta hambruna. Así en 1810 Francois Appert inventó los alimentos en conservas.

Cuando Napoleón fue coronado emperador, no dejó que le colocaran la corona, como suele ocurrir normalmente, sino que él mismo la cogió y se la puso.

Napoleón decidió suicidarse en uno de sus encarcelamientos, pero dicen que él pensaba que era un super hombre, por lo que se tomó una dosis muy superior a la que necesita un apersona normal para suicidarse, por lo que vomitó el líquido y se salvó. Su gran ego pudo contra él mismo.

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