Adictos a la comida

La encefalina por ejemplo, que es uno de esos opiáceos, nos lleva a ingerir alimentos que van más allá de nuestras necesidades calóricas (azúcares y grasas) También las sustancias mencionadas favorecen los comportamientos adictivos a través del estímulo del núcleo accumbens que se encuentra en un sector del cerebro encargado de recepcionar las sensaciones placenteras.

Por otro lado el científico John Hoebel de la Universidad de Princeton en los Estados Unidos, dice que la adicción se relaciona  más con alimentos que tienen alto contenido de azúcar. En experimentos realizados con ratas por Hoebel quedó demostrado que al retirarles el azúcar de la dieta a los roedores estos experimentaban un comportamiento de ansiedad similar al de la abstinencia en los casos de adicción a una droga.

El cerebro se vuelve adicto a sus propios opiáceos, al igual que lo haría con ciertas drogas, dice el profesional para que tengamos una idea global del tema. Creo que la explicación científica da en el punto que muchos estaban buscando para buscarle un origen a un hábito no saludable y que si se suma a una vida sedentaria incrementa las posibilidades de efectos dañinos para la salud.