Según el especialista Neil Counihan el proceso consiste en guardar los dientes del niño y procesarlos en un laboratorio especializado donde se extraerá la pulpa del interior del diente, la cual será congelada con nitrógeno líquido hasta requerir su uso.
El costo es de 1.600 euros y permite preservar la sustancia por 30 años. Sin embargo, Counihan comenta: “Espero que este proceso en los próximos años sea algo tan común como poner el diente bajo la almohada”. Mientras tanto él ya empezó guardando los dientes de su sobrino.
“Este tratamiento será una posible cura para todo. Desde la parálisis hasta la calvicie”, añadió. Quizá un día se tendra la tecnología adecuada para desarrollar las escasas células madre de los dientes o los cordones umbilicales, y obtener la capacidad de curar incluso la leucemia de un adulto, menciono Counihan a Daily Mail.
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