El fútbol mexicano no se salva de tener historias que erizarían la piel de cualquiera. Son relatos de aparecidos, maldiciones y lamentos que forman parte de la historia de algunos equipos como Cruz Azul, América, Pumas, Estudiantes y Querétaro.
Una de las más sonadas es la del estadio Azteca, un monumental estadio construido en Santa Úrsula y que ha servido para albergar eventos de gran magnitud. Sin embargo, la leyenda dice que, durante su construcción, varios trabajadores perdieron la vida, por lo que, hoy en día, se escuchan lamentos en diferentes áreas del inmueble.
Otra historia nos habla de una niña que deambula en los corredores de las instalaciones de La Noria, con un vestido blanco y que desaparece en cuestión de segundos, así como de un animal que a lo lejos parecer ser un perro, aunque no lo han podido describir con exactitud. Son los entes espectrales que rondan en Cruz Azul y que los trabajadores han podido observar a altas horas de la noche. Muchos han buscado alguna explicación sin éxito, aunque piensan que la cercanía con el panteón influye para que espíritus del más allá se hagan presentes.
También el estadio Azul tiene fantasmas: en el túnel que conecta el inmueble con la Plaza México dicen que se aparece un hombre, de aproximadamente 50 años de edad, que se esfuma en un abrir y cerrar de ojos. Las apariciones son constantes, y no sólo de dicho ser, pues han podido ver a una mujer de edad avanzada, y a un ente vestido de charro.
En el fatídico túnel 29 del Olímpico Universitario, donde murieron más de diez personas aplastadas y asfixiadas en la final entre los universitarios y América de la temporada 1984-85, mencionan que por las noches se escuchan lamentos, gritos que se pierden en la inmensidad del inmueble. Muchos evitan acercarse por las noches.
Mientras que en el estadio La Corregidora de Querétaro pesa una maldición que impide a los equipos que juegan en dicho inmueble permanecer en la Primera División. Varios cuadros encararon sus partidos de local en el lugar y descendieron, entre ellos los Potros del Atlante. La leyenda reza que se construyó arriba de un panteón y que, antes, muchos murieron en las batallas que se dieron durante la Revolución.
Estudiantes Tecos es otro equipo con leyenda: Tuvo una muerte fatídica y se especula que el espectro ronda su lugar de trabajo. Por un accidente automovilístico, Mirsha Serrano falleció en julio del 2007. Semanas después Fernando Calderón y Héctor Quintero, trabajadores de la institución, observaron la silueta de Mirsha entrenando con el resto de los jugadores, hasta que la misma se desvaneció.
Historias poco explicables que dejan más dudas que respuestas, son las que rondan en diversos clubes del balompié mexicano, leyendas que ponen a cualquiera los pelos de punta y que demuestras que el futbol no está exento de tener contacto con seres del más allá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario