Ejercita tu cerebro

Utiliza la mano no dominante: hay que intentar varias veces al día, utilízala en tareas cotidianas como lavarse los dientes, abrocharse los botones, maquillarse o peinarse. Esto hará que la zona inversa de tu cerebro se ejercite en cuestiones básicas.

Simplemente, Lee: leer es sin duda una de las principales actividades que estimula el cerebro, pero hay que saber hacerlo. Una buena idea es leer varios autores o géneros. Por ejemplo leer por ejemplo una semana una civilización como por ejemplo la griega, en la otra semana leer sobre los egipcios, y de varios autores nos enriquecerá mucho. También es buena idea leer en voz alta por momentos y en silencio por otros, recuerda que cuando leemos en silencio no trabajamos las mismas zonas del cerebro que si lo hacemos en voz alta.

Dúchate con los ojos cerrados: notar la textura de cada cosa, al tocar el gel, el champú, la temperatura del agua. Esto estimula la sensibilidad.

Cambia todas las rutinas posibles: hacer trabajar al cerebro en “automático” es muy negativo, ya que apenas se esfuerza, y eso es lo que hacemos habitualmente al realizar cada día las mismas cosas. Una buena idea es ir a los lugares por sitios diferentes, tomar diferentes caminos. Te explico: Si por ejemplo tienes dos opciones de ir al trabajo, una por la avenida principal, y la otra por avenidas subalternas, tómalas siempre en diferentes formas, dos días una, un día la otra… así.

Usa mapas Mentales: Los mapas mentales son muy útiles para ejercitar la memoria, por ejemplo, una buena idea es crear listados asociándolos con hechos y palabras ayuda demasiado al estimular conceptos del mundo. Si quieres aprender más sobre mapas mentales.

Vuelve a memorizar cosas “de memoria”: Haz como hacías en la escuela. Aprende números, de teléfonos por ejemplo, o memorizar cualquier numero, lo mas recomendado, debido a que estimula en gran parte el cerebro, tanto así que puede subir el coeficiente intelectual fácilmente si manejamos los números perfectamente. También es buena idea visualizar cada cosa que quieras recordar. Por ejemplo, si quieres recordar el nombre de un perro, visualiza cómo es, cómo ladra, cómo huele.

Elige un pasatiempo: escoge algo con lo cual te sientas cómodo para pasar el rato, estas actividades ayudan mucho a nuestra vida cerebral y además hacen que nos “desenchufemos” un poco del mundo. La idea es sentirse como los niños pequeños cuando juegan y parecen despreocupados por esos minutos.

Haz deporte: Ejercitarse físicamente es de lo mas recomendado, aparte de estimular músculos, el cerebro también se mentaliza a la hora de hacer deporte. Ni hablar de que como dice el viejo dicho mens sana in corpore sano las cosas se complementan.