Contar que no se estará en casa. Por una cuestión de seguridad bastante lógica no conviene actualizar estados anunciando que se estará ausente del hogar por un período de tiempo determinado ni dar detalles sobre actividades privadas. Para tener muy en cuenta en épocas de vacaciones.
Actualizar estados con faltas de ortografía. No cuesta nada tomarse unos segundos para chequear si lo escrito tiene errores de ortografía.
Usar Facebook para dar una excusa. Por ejemplo para faltar al trabajo posteando “Estoy en cama”. La mentira tiene patas cortas…
No darle importancia a la configuración de privacidad en la red. Es muy importante saber con quién se comparte la información que uno publica y cuidar el perfil de lecturas ajenas a nuestro entorno.
Postear o actualizar tu estado bajo los efectos del alcohol. Imaginate lo que podés llegar a escribir y peor aún podes develar cosas que mantenías bajo secreto entre muchas otras posibilidades.
Exponer datos de tus hijos. Con el objetivo de cuidar y proteger a los más pequeños es recomendable no publicar información relacionada con horarios, colegios u otras actividades que ellos puedan realizar.
Usar una contraseña sencilla y fácil de adivinar.
Automatizar demasiado las actualizaciones de estado. No esta mal hacer actualizaciones automáticas o programadas, sin embargo el abuso hace que tu perfil pierda un poco de sentido
Escribir una biografía demasiado extensa. Acá juega otra vez el factor privacidad y seguridad, púes tu biografía puede revelar información útil para quiénes roban identidades desde la web.
Plagar tu perfil de videos musicales. Si te encanta publicar videos de tus bandas favoritas, pero cuando el perfil esta tan cargado muchos de tus contactos te bloquearan o eliminaran.
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