Zapatos de tacón: llevan el peso del cuerpo del talón a los pies desgastando con el tiempo el cartílago de las rodillas y el de los huesos del pie. Este tipo de zapatos se utilizan para ganar altura y estéticamente son muy buenos, no así para la salud.
Pantalones muy ajustados: comprimen el nervio femoral y pueden generar esterilidad e impotencia. Este estilo de prendas también puede producir problemas circulatorios, articulares e incluso infecciones vaginales o urinarias.
Corbata: según el British Journal of Ophtalmology usar corbatas muy ajustadas eleva la presión intraocular. Esa presión puede provocar glaucoma y en casos extremos ceguera.
Por otro lado usarlas seguido sin pasar por el lavadero, puede generar bacterías que afectan a la salud.
Tanga: es una potencial entrada para distintos tipos de bacterias. Los especialistas recomiendan usar tangas de algodón que son mucho más higiénicas y transpirables que las de seda o telas sintéticas.
Piercings: un 20% de las perforaciones realizadas conducen a infecciones bacterianas según un estudio de la Universidad de Northwestern. Hepatitis B o C, tétanos y HIV son otras de las potenciales enfermedades que pueden transmitir estos accesorios, sobre todo si se elige un establecimiento que carece de higiene.
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