Charles Darwin naturalista ingles dijo: "Estoy obligado a vivir tranquilo y no estoy en condiciones de mantener una larga conversación." Un par de años después de su viaje alrededor del mundo en el barco Beagle, se puso Darwin muy miedoso. Él tenía temor de salir a la calle, de estar solo y darle un ataque de pánico. Sin su mujer no se atrevía salir fuera de casa. El trotamundos se convirtió en un ermitaño.
Y si eso no fuera suficiente, padecía de insomnio, arranques histéricos, alucinaciones y tenía la sensación que estaba separado de su cuerpo. Darwin escribió sus males en cartas, libro de vida y biografía. Según psiquiatras de ahora probablemente padecía de trastornos de pánico y agorafobia.
Edgar Allan Poe escritor estadounidense dijo "Los hombres me han llamado loco; pero aún no está determinada la cuestión de si la locura es o no la más excelsa inteligencia, si mucho de lo que es gloria, si todo aquello que es profundo, no brota de la enfermedad del pensamiento, de modos de pensar exaltados respecto del intelecto general. Aquellos que sueñan de día son conocedores de muchas cosas que se les escapan a los que únicamente sueñan de noche."
Es bien sabido que Poe tenía un problema con el alcohol, y sus cartas revelaron que luchó contra pensamientos suicidas. Edgar Allan Poe pudo llegar a haber visto una relación entre creatividad y enfermedad mental en sí mismo.
Edvard Munch pintor noruego dijo: "La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles que rodearon mi cuna y me siguieron durante toda mi vida". Su madre y una de sus hermanas murieron siendo él muy joven y a otra de sus hermanas le fue diagnosticada una enfermedad mental. Su padre estaba dominado por obsesiones religiosas. Inculcó a sus hijos un profundo temor hacia el infierno asegurándoles que si pecaban de cualquier modo serían condenados al infierno sin esperanza de perdón.
Munch pasó una infancia con numerosas enfermedades, estos hechos podrían explicar la oscuridad y el pesimismo de gran parte de la obra de Munch. Varias fuentes modernas describen la enfermedad de Munch como un caso probable de desorden bipolar. Él consideraba esta personalidad conflictiva y un tanto desequilibrada como la base de su genio.
Isaac Newton físico ingles una vez dijo: "Nadie me comprende, ¿Qué será de mí? Solo puedo llorar". Desde muy joven Newton sufría depresiones y era innecesariamente agresivo. A los 50 años de edad sufrió una crisis de nervios donde se volvió loco. Casi no dormía, no quiso hablar con nadie y creía que sus amigos conspiraban contra él.
Investigadores sometieron a prueba los cabellos guardados por la familia de Newton. Encontraron muchos metales entre ellos; mercurio, un envenenamiento por mercurio puede ser la explicación de su depresión nerviosa.
John Forbes Nash matemático estadounidense. La vida de John Forbes Nash ha inspirada una biografía y película de extraordinario éxito: "Una mente maravillosa" ("A beautiful mind") A los veintinueve años se le diagnosticó una esquizofrenia paranoica que lo dejó prácticamente marginado de la sociedad e inútil para el trabajo científico durante dos décadas. Comenzó a tener delirios de grandeza y aducía que una sociedad secreta había ido a buscarlo.
Después de pasar unos 30 años luchando contra el desorden, entrando y saliendo de los hospitales tuvo que aprender a vivir junto con sus alucinaciones, ignorándolas por completo. Varios años después, Nash consiguió regresar a la universidad donde hasta la actualidad imparte clases de matemáticas.
Michelangelo Buonarroti (Miguel Ángel) escultor italiano dijo: "No tengo amigos y tampoco quiero tenerlos". Miguel Ángel difícilmente se comunicaba y trabajaba de preferencia solo, usaba por meses y meses la misma ropa y zapatos. En 2004 concluyeron unos psicólogos que por su extraño comportamiento Michelangelo probablemente era autista.
W.A.Mozart compositor austriaco dijo: "La muerte, para llamarla por su nombre, es la real finalidad de nuestra vida. Por ello es que de unos años a esta parte he hecho relación con esta verdadera amiga del hombre”. Tenía tics nerviosos, y estaba obsesionado por todo, así como por los gatos. En una ocasión dijo una de sus alumnas: Mozart durante la lección de piano empezó a maullar y como un gato saltaba sobre mesas y sillas.
Tenía una manera de hablar muy notable, escribía muchos garabatos y decía palabras sucias. Quizás su vulgar uso del idioma se debía a alguna enfermedad. Científicos afirman que Mozart tenía el síndrome de Gilles de la Tournette. Eso era la conclusión sobre el mal uso del idioma después de leerlo en casi 400 cartas.
R. Schumann compositor alemán dijo: "Los ángeles flotan a nuestro alrededor y cantan melodías. Ellos juran que al término del año nos reuniremos con ellos." A los 23 años de edad tenía miedos extremos y costumbres suicidas, escuchaba música donde no la había (Esa alucinación de escuchar contenían trabajos completos de música, que el uso en su mejor composición.)
Las alucinaciones se imponían, Schumann escuchaba cantar a los ángeles, que más tarde se convertían en demonios y le decían que se quemaría en el infierno. A loa 44 intentó suicidarse en un rio, pero unos pescadores lo salvaron, finalmente se dejó internar en un hospital psiquiátrico, estando ahí se negaba a comer a los 2 años murió de fiebre y desnutrición.
Vincent van Gogh pintor neerlandés Dijo en alguna oportunidad: "Enciérrenme en un manicomio, no me resistiré contra eso." Desde su niñez tenía la costumbre de aislarse y estaba a menudo depresivo. Después fué peor, el veía y escuchaba cosas que no habían y padecía de amnesia.
En un momento perdió por completo la razón: comía regularmente pintura y basura del suelo. A los 37 años de edad se cortó en un impulso maniático una parte de su oreja y se la dio a una prostituta. Poco más tarde se suicidó pegándose un tiro.
Virginia Woolf escritora británica dijo: "Los pájaros en la ventana de mi jardín hablan Griego" Cuando tenía 13 años falleció su madre. Woolf tenía muchas depresiones y probó suicidarse saltando de una ventana pero la ventana estaba muy baja. Cuando era adulta se negaba alimentarse, tenía fases depresivas maniacas y escuchaba voces. Sus doctores pensaban que ella era muy sensible al mundo exterior.
Escribir novelas era su única salida del caos y la locura. A los 59 años intentó nuevamente suicidarse, ahora con éxito. Ella salió con piedras en los bolsillos hacia el río y se ahogó. Después de su muerte los psiquiatras estudiaron su diario de vida, sus males venían probablemente por un trastorno de depresión maníaca.
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