Identificarlo
Lo primero que hay que hacer para superar un miedo es asumir que se tiene. Aunque pueda parecer algo obvio, a la hora de superar una fobia. El momento crucial llega con el “modelado”: exponerse directamente a las fobias, de forma gradual.
Eso puede ser más fácil de definir, por ejemplo, cuando a lo que se le tiene miedo es a las arañas, pero no así en casos como el de la agorafobia, el miedo a lugares públicos o espacios abiertos. Pero aún así se puede concretar y se puede partir de una causa fundamental como el miedo a las multitudes o a determinadas situaciones sociales.
También el reconocimiento de incidentes del pasado como posible causa del surgimiento de la fobia puede ayudarle a entender que ya no hay nada que temer.
Entenderlo
Los psicólogos clínicos suelen utilizar la terapia cognitivo-conductual (TCC) para tratar las fobias. Se trata de un abordaje de doble enfoque: en primer lugar, hacer frente a los pensamientos y actitudes respecto a lo que le produce miedo; y, en segundo lugar, combatir la respuesta física a lo que se teme.
Uno de los procesos que se emplea es la restructración cognitiva, práctica según la cual es posible reparar un “pensamiento erróneo” discutiendo las ansiedades con un tercero o hablando solo.
De lo que se trata es de poner de manifiesto que si uno enfrenta lo que le causa pánico, no hay ninguna posibilidad de sufrir ningún daño.
Actuar
El segundo ramal de la TCC requiere tomar medidas contra las fobias. Ambos pasos del proceso son cruciales, pero es en este momento en el que hay que enfrentarse realmente a la fobia, cara a cara.
Una técnica común es conocida como el “modelado”, que consiste en observar o pasar tiempo con alguien que regularmente trata con aquello a lo que se tiene miedo. Por ejemplo, quien sufre de aracnofobia, lo ideal es observar cómo alguien manipula una de las más espeluznantes. Cuando eso se consigue hacer sin dificultad, lo siguiente será acercarse cada vez más, sin llegar a sobrepasar lo que se puede asumir en cada momento.
De esta forma, con una práctica regular, se puede desarrollar una “resistencia” a lo largo del tiempo.
Trabajar gradualmente
Aunque exponerse de a poco a la peor de las fobias puede ayudar a superarla, lanzarse de lleno a lo más profundo de ella puede empeorar las cosas. Andy Field, de la Universidad de Sussex, investiga en la adquisición del miedo. El investigador advierte que al enfrentarse directamente al miedo, puede llegar a agravarlo.
“Si tienes miedo de las arañas e intentas ver la película ‘Aracnofobia’, dejarás de verla a la mitad. Sólo conseguirás empeorar las cosas”, afirma Field.
“Al evitar la situación, sólo consigues reforzar la idea de que debes tener miedo. Lo mejor es la ‘exposición terapéutica‘: nunca tomar más de lo que se puede manejar”.
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