Las notas de Leonardo Da Vinci hacen honor al llamado horror vacui, ya que no deja casi espacio a sus pensamientos. La realidad de este minimalismo es lo caras que eran las hojas de papel en la época.
La gran figura no sucumbió a las costumbres de la época y jamás se casó ni tuvo hijos.
La maravillosa Última cena, fue una obra que tardó diez años en terminar, hoy en día es una de sus obras más famosas.
Sus tendencias sexuales fueron un problema en la época, ya que se salvó de un juicio de la Inquisición por muy poco, ya que sus mecenas ayudaron.
Una de las peculiaridades del gran genio, fue que escribía al revés, para que se pudieran leer sus textos a través de un espejo.
Algo muy curioso, y nada usual en la época, es que Leonardo Da Vinci era vegetariano, y llamaba a los demás «devoradores de cadáveres».
Hacer una autopsia era una práctica prohibida en la época, pero se piensa que Da Vinci hizo al menos unas 30.
Una de sus peculiaridades más importantes era que podía usar las dos manos a la par, de hecho se decía que mientras con una pintaba, con la otra podía escribir.
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