Michael Garcia es un camarero que no hizo su trabajo, que dejó que sus sentimientos se impusieran a su profesionalidad y contestó de mala manera a un cliente. Por todo ello, Michael Garcia es hoy un héroe. No ha parado de dar entrevistas y recibir felicitaciones, regalos, y solicitudes de amistad a través de la página de Facebook del restaurante en que trabaja.
Todo porque se negó a servirle a un cliente que había criticado a un niño de cinco años con síndrome de Down que estaba comiendo en una mesa próxima.
Este camarero de Houston (Texas, Estados Unidos) estaba trabajando en el restaurante de siempre, Lorenzo's. Y, como casi siempre, estaba atendiendo a una familia que llevaba a un niño con discapacidad mental llamado Milo. Según ha contado Garcia, otra familia que estaba comiendo en Lorenzo's comentó el comportamiento del chaval, que en palabras del camarero, consistía en "hablar y hacer ruiditos".
Accedió a llevar a la segunda familia a otra mesa un poco más separada pero no por ello dejaron de quejarse. "Los niños con necesidades especiales deberían estar en otros lugares especiales", dijo el padre. Entonces Michael perdió el control de su profesionalidad: le dijo a la familia que no podía servirle a gente así. Se fueron del restaurante.
"Hablar así es una muestra de ignorancia y del miedo a lo desconocido", explicaría más tarde. "Me pudieron mis sentimientos personales".
La historia no tardó en salir de los confines de Lorenzo's. Michael Garcia ha tenido que realizar varias entrevistas y la página de Facebook del restaurante no ha parado de recibir mensajes aplaudiendo la actitud del camarero.
Cosas como "Muchas gracias por sentar ejemplo donde otros se hubieran callado", que ha escrito una usuaria llamada Tisha Baker; o "Gracias señor Garcia; tengo un hijo de 17 años con síndrome de Down y me encanta saber que hay gente como usted defendiendo a las personas con discapacidad", escrito por Rick Park.
Hay otros, incluso, que van aún más lejos: "Ojalá viviera en Texas para poder comer en tu restaurante. Me encantaría conocer al señor Garcia y agradecerle su compasión y su coraje".
Hasta la madre de Milo, Kim Castillo, se ha sumado al movimiento. "Bien por gente como Michael, que no solo ama a mi hijo por cómo es (un cliente y un niño con síndrome de Down) sino que lo defiende pase lo que pase".
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