jueves, 8 de septiembre de 2011

Josefa Ortiz de Domínguez

“El mayor castigo que Dios pudo darme, es que mis hijas se hayan casado con Chaquetas"... palabra con la que los insurgentes se referían a los criollos realistas.

N ació en Valladolid (Morelia) el 8 de septiembre de 1768.

Patriota mexicana y heroína de la independencia de México, conocida también por el apodo de la Corregidora de Querétaro. Sus padres, Juan José Ortiz y Manuela Girón, fallecieron cuando todavía era una niña.

Josefa Ortiz de Domínguez estudió en el Colegio de Vizcaínas, que hasta el día de hoy se ha conservado en el que se realizan eventos sociales, académicos y culturales. Ahí aprendió a leer, escribir y nociones básicas de matemáticas, además de bordar, coser y cocinar; ahí también conoció al abogado Don Miguel Domínguez, quien la solicitó en matrimonio.

Se distinguió por su carácter enérgico, al mismo tiempo que fue generosa y caritativa con los oprimidos. Su simpatía por la causa independiente la puso de manifiesto cuando convenció a su esposo para que prestaran su casa con el fin de que allí se celebrarán las juntas de los conspiradores, las cuales disfrazaban como veladas literarias y en las que se reunían, entre otros, don Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo. El objetivo era estallar el movimiento insurgente el primero de octubre de 1810, pero quince días antes, Joaquín Arias delató la conspiración, por lo que doña Josefa se apresuró a comunicar tal noticia a Ignacio Allende, por lo que envió a Ignacio Pérez a San Miguel el Grande, con lo que dio inicio la primera gesta libertaria de América Latina.

Josefa y su marido, Miguel Domínguez, corregidor de Querétaro, tomaron parte en los planes de conspiración a favor de la Independencia; pero una vez que sus planes fueron descubiertos su marido abandonó la causa e hizo encerrar a Josefa Ortiz. Debido a su actividad a favor de la lucha por la independencia, Doña Josefa Ortiz de Domínguez pierde su libertad y es recluida sucesivamente en los conventos de Santa Clara, Santa Teresa y en el de Santa Catarina de Sena

Josefa falleció en 1829; sus restos fueron exhumados y llevados con grandes honores a Querétaro, donde hoy reposan. Por su trabajo intelectual y aún más, por la decisión de obtener libertad social, dio inicio la Independencia de México, aquel septiembre de 1810. Dos monumentos ha levantado la gratitud Nacional a la memoria de doña Josefa Ortiz de Domínguez; el de Querétaro, que se alza en el Jardín de la Corregidora y el de la Plaza de Santo Domingo en México.

Imagen: elorbe.com

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